El camino del laberinto

Álex Sánchez

«Fraternidad» (detalle). Óleo sobre lienzo. 100 x 100 cm. 2014.

 

Qué son las líneas que corresponden a un rostro, los colores que reafirman un paisaje, los matices que dan un instante o una época. Cada circunstancia, la más trivial puede generar un goce, una emoción estética. Está en el artista esa zozobra de hacerse en el tiempo, de buscar fuera de la cotidiana fragancia un lugar que trascienda y se mantenga en la memoria del arte.

La selección de textos que se ha realizado para la muestra pictórica Laberintos obedece a una situación totalmente subjetiva. Obedece, también, a un gusto netamente personal. Se ha querido, acaso, enriquecer cada obra, ya sublimada por un sentimiento, con unas frases literarias.

De los misceláneos versos cabe aclarar que son su persistencia en la memoria, su fuga hacía ese deleite artístico. Se espera que quien admire cada una de las obras sea llevado por senderos de indómita búsqueda. Que el título de la muestra sea su suerte más placentera. Que por unos momentos nos adentremos en el vértigo de las emociones; que la pintura, que la literatura nos dejen bellamente caóticos dentro de la dulzura de un laberinto.